A diferencia de los viejos tenedores de plástico, las viejas cucharas de cocina pueden quedar muy bonitas en el jardín, si las utilizas de forma artística, como en este caso. Para llevar a cabo este proyecto, necesitarás cucharas viejas de metal, un martillo y pinturas acrílicas.
Primero, utiliza el martillo para aplanar la cabeza de la cuchara. A continuación, pinta las cabezas de diferentes colores base, utilizando tonos complementarios, si es posible. No te preocupes por pintar los tallos, ya que quedarán ocultos por la tierra. Por último, escribe los nombres de las hierbas en las cucharas y añade algunos toques finales, como lunares o rayas. Espera a que las cucharas estén completamente secas antes de pegarlas en el jardín, unas 24-48 horas.
Clavos caseros
Utiliza unas tijeras o un cuchillo para quitar el fondo de las botellas o jarras de leche viejas y utilízalas en el jardín para proteger las plantas vulnerables a las condiciones climáticas adversas y las heladas. Deja la parte superior como está, pero quita la tapa para que la planta tenga aire suficiente.
Los clavos sólo sirven para proteger los semilleros durante las noches frías, por lo que no deben utilizarse en los meses más cálidos, cuando las temperaturas se mantienen altas durante la noche. Las jarras de leche son herramientas polivalentes que puedes tener en tu jardín. Y si los clavos no son lo tuyo, ¡quizá la regadera de jarra de leche sea lo tuyo!
Un poco de pintura y algunas piedras
Literalmente, como dice el título, todo lo que necesitas para llevar a cabo este truco de jardín son algunas piedras grandes, pintura acrílica y pinceles. Prepara un plan e imagina un tema o el aspecto que quieres que tenga la decoración de tu jardín. Después, pinta las rocas grandes y déjalas secar una o dos noches antes de situarlas estratégicamente por el jardín.
Aquí puedes ser tan creativo como quieras y optar por lo más sencillo o lo más complicado. Por ejemplo, puedes utilizar simplemente colores y diseños, o puedes optar por los personajes de tus películas favoritas para algo más divertido. Las posibilidades son infinitas. Consejo profesional: con Halloween a la vuelta de la esquina, ¿por qué no eliges colores otoñales que combinen con los colores naturales de tu jardín este otoño?
Una pizca de sal de Epsom
La sal de Epsom es otra cosa muy útil para tener en casa en cualquier momento. Este material tiene unas propiedades curativas increíbles que hacen maravillas cuando añades unas cuantas cucharadas a un baño y remojas tus músculos adoloridos. En los "tanques de flotación", o cámaras de privación sensorial, utilizan un gran porcentaje de sal de Epsom con un poco de agua para hacerte sentir como si estuvieras sin peso. Muy interesante, ¿verdad? Pues también puede hacer la misma magia curativa con las plantas de tu jardín.
Cada vez que plantes algo (lo que sea), ya sea un semillero o una planta, añade una cucharadita de esta sustancia milagrosa para ayudarles a mantenerse sanos y fuertes mientras crecen. Pero no te limites a echar la sal encima y ya está. En primer lugar, cava el hoyo, añade la cucharadita de sal de Epsom, cúbrelo con otra capa de tierra y luego añade la planta.
Adorable almacenaje suspendido (hágalo usted mismo)
Este truco requiere un poco más de fuerza que otros en esta lista, y también necesitarás algunas herramientas, incluyendo un tablón, un martillo y algunos clavos. Coge el tablón y piensa dónde quieres colgarlo. Luego, con un rotulador, marca en la pared los espacios donde vas a colgar los clavos. Utiliza el martillo para insertar los clavos y cuelgalo en la pared. Voilà, ¡un mueble de almacenaje rústico!
Cuanto más rústicos sean los colores, mejor, pero si por alguna razón no estás contento con el aspecto de tu creación, siempre puedes pintarlo antes de colgarlo. Sólo asegúrate de dejar que se seque completamente para evitar que se manche la pared. Ahora, cuelga todas tus herramientas en tu nuevo mueble de almacenaje para acceder a ellas fácilmente.
Un tenedor de plástico al día mantiene alejados a los bichos
Bueno, puede que haga falta un montón de tenedores de plástico y no hay garantías de que mantengan a los bichos alejados del jardín, pero hay gente que insiste en que funciona con las plagas más pequeñas. El problema de insertar un montón de tenedores de plástico boca abajo en el suelo de tu jardín es el siguiente: queda de muy mal gusto. Pero bueno, si estás decidido a probar cualquier cosa para evitar que las plagas se arrastren por tus plantas, ¡puedes intentarlo!
Si lo piensas bien, los tenedores tienen sentido. Al fin y al cabo, sirven para lo mismo que la malla gallinera: disuadir y bloquear las plagas de determinadas zonas. No los mantendrán a todos alejados, pero reducirán las probabilidades de que los caracoles y algunos animales pisen tu jardín. Seamos sinceros, ¿quién no tiene un cajón lleno de tenedores de restaurantes de comida rápida listos para este proyecto?
Repelente de mosquitos totalmente natural
Nadie quiere mosquitos rondando por el jardín. Nadie dice: "¡Eh, vamos a poner estas plantas para atraer la mayor cantidad posible de esos pequeños chupasangres!". Todo lo contrario. Pero muchos repelentes de mosquitos recurren a productos químicos. Por suerte, hay una forma de mantenerlos alejados de tu jardín sin gastar demasiado dinero ni poner en riesgo tu salud.
Por si no te has dado cuenta, cuando compras velas o sprays antimosquitos, uno de los ingredientes principales suele ser la citronela, ¡una de las razones por las que este truco funciona tan bien! Esta particular agrupación de plantas es suficiente para mantener alejados a los bichos por sí sola, sin necesidad de aerosoles. Todo lo que tienes que hacer es plantar geranio de citronela con caléndula, hierba limón, tomillo y hierba para gatos. Además, tus gatos te adorarán por esto.
El reto del jardín de canela
Todo el mundo debería tener canela en casa. Después de todo, se pueden hacer muchas cosas con ella: tostadas con azúcar y canela, espolvorearla en el café, ponerla en los copos de avena... incluso se puede cocinar pollo con canela. Pero no sólo es deliciosa, también es buena para ti y para tu jardín. Las propiedades contra los hongos de la canela protegen las plantas de varios tipos de enfermedades y de plagas como las hormigas y los hongos silvestres.
¿Es demasiado tarde para tus plantas? ¿Ya están heridas? No temas, porque la canela no sólo es buena para protegerlas, ¡también es buena para curarlas! Si tus pobres plantas se han hecho daño, espolvorea un poco de este polvo rojo mágico sobre ellas ¡y verás cómo empieza la curación!
Haz una hamaca para tus sandías
Sí, has leído bien. Teniendo en cuenta lo pesadas que llegan a ser las sandías, este truco evita que se desprendan de la planta antes de estar listas para consumir. Para poner en práctica este truco de jardinería, sólo necesitarás un par de sábanas, toallas o camisetas viejas.
Desliza el material por debajo de las sandías y ata los extremos a la parte más resistente de las enredaderas, o al árbol o poste más cercano. Puntos extra si utilizas un material que combine con tu jardín para darle un aspecto aún más bonito. Pero bueno, este truco es más para asegurarte de que tus sandías crezcan hasta alcanzar su máximo y jugoso potencial y menos por el aspecto que puedan tener al conseguirlo.
Repelente de insectos ecológico casero
¿Tienes plagas que se comen tus hierbas y verduras, pero no quieres usar insecticidas? ¿Por qué no pruebas a hacer tu propio insecticida con ingredientes que probablemente tengas en la cocina? Todo lo que necesitas para este truco es una botella con pulverizador, un par de cabezas de ajo, unas hojas de menta, jabón para vajilla y unas cucharaditas de pimienta de cayena. No te preocupes, este spray es para tu jardín, no para tu piel.
Introduce el ajo y las hojas de menta en un procesador de alimentos o pícalos lo más fino posible si no tienes acceso a uno. Mientras tanto, hierve diez tazas de agua y añade la cayena. Mézclalo todo en una olla y hiérvelo durante 2-3 minutos. Cuando la mezcla se enfríe por completo, cuélala y viértela en botellas con pulverizador junto con unos chorritos de jabón líquido para vajilla. Utiliza la mezcla para rociar las zonas donde las plagas son más frecuentes.
Cáscaras de plátano = Abono
Las cáscaras de banano son otra cosa que se tira a la basura después de quitarles la parte que la mayoría de la gente considera comestible. Pero es muy útil tenerlas a mano para utilizarlas como abono natural en el jardín. Las cáscaras de banano están repletas de vitaminas y nutrientes, como calcio y potasio, que ayudan a las plantas a crecer fuertes y sanas.
Pero no es sólo el uso de la cáscara de banano lo que hace que este truco funcione sino cómo lo usas. Si lo haces mal, conseguirás el efecto contrario. Asegúrate de cortar las cáscaras en trozos pequeños y échalos a la pila de abono. Evita enterrar los trozos en la tierra, ya que necesitan aire para hacer su trabajo correctamente y si los asfixias, no funcionará.
Café molido: Un fertilizante natural
Seguramente tiras los residuos del café usado a la basura, como hace la mayoría de la gente, ¿verdad? Pues bien, en lugar de desperdiciarlos, ¿por qué no reciclarlos y utilizarlos en tu jardín como abono natural? Los residuos de café están repletos de nutrientes y pueden ayudar a fertilizar tus plantas si los mezclas un poco con la tierra.
Añadir restos de café usado a la tierra puede hacer maravillas en tu jardín. Puede ayudar a que prosperen los microorganismos, al tiempo que atrae lombrices saludables para las plantas y disuade a insectos que las arruinarían, como los caracoles. Añadir restos de café también favorece la aireación y la retención de agua.
Herbicida con vinagre blanco
Si buscas una forma ecológica de eliminar las malas hierbas invasoras de tu jardín, prueba este truco que utiliza vinagre y sal para acabar con esos molestos herbicidas. Antes de empezar, ten en cuenta que el vinagre blanco es muy ácido y solo debe rociarse sobre las malas hierbas, ya que también puede matar a las plantas saludables.
Mezcla un galón de vinagre blanco con una taza de sal y ponlo en una botella de chorro (cuanto más control tengas sobre la pulverización, mejor). Aplícalo a todas las malas hierbas del jardín, evitando las hierbas aromáticas y las verduras. No plantes nada nuevo donde hayas pulverizado durante al menos dos semanas después.
Semilleros de cáscara de naranja
Hablando de cosas biodegradables para plantar los semilleros, las cáscaras de los cítricos son otra buena opción. Corta las naranjas, limones o limas por la mitad, sácales todo el jugo (para comértelo, claro) y enjuágalas. A continuación, coge un cuchillo de cocina y haz un par de agujeros pequeños en la parte inferior de cada mitad.
Una vez que tengas las cáscaras listas, ponlas sobre (o dentro de) algo que recoja el agua, como una servilleta o una toalla de papel, y rellena cada una con tierra. Ya puedes dar un nuevo hogar a tus semillas. Lo mejor de todo es que cuando estén listas, puedes plantarlas todas y la fruta actuará como fertilizante natural, gracias a todos los nutrientes de las cáscaras. Un truco de jardinería sencillo y respetuoso con el medio ambiente.
Las cáscaras de huevo rotas mantienen alejados a los bichos
En lugar de tirar las cáscaras rotas la próxima vez que comas huevos duros o tortillas, ¿por qué no las enjuagas y las echas al jardín? Así evitarás que pequeñas plagas se acerquen lo suficiente como para comerse tus plantas. Las cáscaras de huevo son completamente orgánicas y biodegradables, así que no tienes que preocuparte de dañar el medio ambiente, como hacen la mayoría de los pesticidas, ni de limpiarlas en el futuro.
Utiliza un recipiente abierto para guardar todas las cáscaras de huevo después de comerlas, así podrás triturar toneladas de una vez y tener una cantidad más eficaz. Sólo asegúrate de enjuagarlas completamente y dejar que se sequen del todo para evitar cualquier olor desagradable. Las cáscaras de huevo también pueden ser un excelente semillero, si se utilizan en mitades, en lugar de trozos pequeños.
Comprueba el pH del suelo con cosas de la cocina
Los niveles de pH del suelo pueden afectar al crecimiento de las plantas. Puede marcar la diferencia entre unas plantas sanas y otras enfermas, por eso es importante asegurarse de que los niveles de pH del suelo se mantienen estables. Si el suelo es demasiado ácido o alcalino, no recibirá la cantidad adecuada de nutrientes y las plantas no se fertilizarán correctamente.
Por suerte, no tienes que gastarte mucho dinero para comprobar el pH del suelo de tu jardín. De hecho, todo lo que necesitas es un poco de vinagre y bicarbonato. Basta con verter un poco del líquido ácido en el suelo y observar si aparecen burbujas; si las ves, el suelo es alcalino. Por el contrario, si mezclas bicarbonato con la tierra y ésta empieza a burbujear, es que es más ácida.
Echa un poco en el suelo para los amigos de los caracoles
¿Buscas una forma natural y eficaz de mantener las plagas alejadas del jardín? La próxima vez que tus plantas estén plagadas de babosas, echa un poco de tu cerveza en una taza y métela en la tierra cerca de las plantas afectadas. Los caracoles se sienten atraídos por la levadura del líquido burbujeante, y se arrastrarán hasta la taza y se ahogarán antes de comerse tus tomates.
Introduce el recipiente firmemente en la tierra, pero asegúrate de dejar unos centímetros para no matar a los organismos buenos junto con las plagas viscosas. No querrás que los insectos buenos que se alimentan de las plagas más molestas se ahoguen accidentalmente. Al menos los caracoles morirán felices, ¿no?
Toallas de papel para hidratar las plantas
He aquí otro truco para todos los habitantes de la ciudad, o para los que viven solos y no tienen a nadie cerca que les ayude a cuidar de sus plantas. Todo lo que necesitas para llevar a cabo este truco es un vaso y papel de cocina.
Sólo tienes que llenar de agua tantos vasos como sea necesario y retorcer algunas toallitas de papel, metiendo un extremo en el vaso de agua y el otro directamente en la tierra. Asegúrate de que estén lo suficientemente cerca como para que las toallitas de papel no se caigan ni se pierda el suministro de agua directamente a tus plantas. Llena los vasos lo suficiente para que duren un buen rato (al menos ¾ de su capacidad).
¡Tenedor! Prueba este truco si Fido sigue orinando en tu preciado jardín
¿Tu amigo de cuatro patas está demasiado interesado en los rosales? ¿Quizá intenta comerse las verduras que tanto te ha costado cultivar? En cualquier caso, si pones horquillas de plástico boca abajo alrededor de la zona, disuadirás a tus mascotas de acercarse.
Por supuesto, si tu jardín está a la vista de tus vecinos, quizá quieras reconsiderar la posibilidad de probar este pequeño truco. Los tenedores pueden ser útiles, pero quizá menos estéticos. Pero bueno, lo importante es mantener a esos animales alejados de tus preciadas plantas. No te preocupes, hay una forma mucho más fácil de solucionar esta situación.
Peróxido de hidrógeno para la podredumbre de las raíces
Todo el mundo debería tener al menos una botella de peróxido de hidrógeno en casa, si no una caja entera. Este producto tiene tantos usos maravillosos en el hogar que es una locura. Se puede utilizar para todo, desde la limpieza de heridas, para levantar las manchas de la tela o para aumentar el jabón en los ciclos de lavado de vajilla. Pero también se puede utilizar directamente fuera de casa: ¡para prevenir y curar la podredumbre de las raíces de las plantas!
Para prevenir la podredumbre de las raíces en tu jardín, mezcla una solución de una parte de peróxido de hidrógeno por 5 de agua (aproximadamente un 3-5% de peróxido de hidrógeno solamente) y agítala en una botella de agua. A continuación, introduce una boquilla pulverizadora y rocía la solución directamente sobre las raíces de tus plantas una vez al día. Otra cosa positiva de esta solución es que no es perjudicial para otras plantas, así que si accidentalmente la rocías sobre cualquier otra cosa de tu jardín, todo irá bien.
Utiliza botellas de plástico para hidratar las plantas
Este truco no sólo es estupendo para garantizar que tus plantas reciban suficiente agua, sino que también es una forma estupenda de reciclar y reutilizar botellas de plástico viejas. Guarda tus botellas viejas de agua o refrescos y haz agujeros por toda la superficie, aparte del cuello. Los agujeros deben estar separados de unos cinco centímetros.
Después de plantar tus botellas, cada vez que riegues tu jardín y/o las llenes manualmente con la maceta, el agua de las botellas se vaciará lentamente, manteniendo tus plantas constantemente hidratadas durante más tiempo. Este es un gran truco para alguien que no tiene la oportunidad de regar su jardín tanto como le gustaría.
El agua de la olla
La próxima vez que hiervas verduras o huevos, no te deshagas del agua al terminar. Deja que se enfríe y que se la beban tus plantas. Los nutrientes que quedan en el agua darán a tus plantas un impulso extra y te querrán por ello.
Este truco te ayuda a reducir los residuos y, al mismo tiempo, aporta vitaminas esenciales a tu huerto. Lo mejor es mantener el proceso de fertilización del huerto durante los primeros 45 días después de plantar verduras y hierbas, ya que es cuando más necesitan los nutrientes. Por supuesto, puedes seguir haciéndolo si lo deseas, ya que el agua de vegetación no puede hacerles daño.
Invernadero de 2 litros
Bueno, cuando decíamos que esto se puede conseguir con cualquier recipiente de plástico, no estábamos exagerando. Se puede conseguir el mismo efecto con cualquier botella vieja de 2 litros que se haya enjuagado bien. Éste funciona de forma un poco diferente, pero sigue sirviendo para crear una barrera que proteja tus plantas de semillero de los vientos y las inclemencias del tiempo. Corta la cuarta parte inferior de la botella de dos litros e introdúcela en la tierra de modo que el cuello quede orientado hacia el cielo.
Dependiendo del tamaño de tus plantas de semillero, también puedes utilizar una botella de 1 litro y otras más pequeñas. O puedes empezar con botellas más pequeñas e ir cambiando a botellas de 2 litros a medida que las plántulas maduran, de la misma forma que alternas los zapatos de tu hijo cada pocos meses cuando está creciendo. Sí, acabo de comparar a tu hijo con un planta.
Un mini invernadero de plástico
Cuando escuchas el término "invernadero", probablemente te imaginas uno de esos edificios grandes y transparentes donde se cultivan varias hileras de plantas a la vez. Pero la verdad es que un invernadero puede ser cualquier estructura utilizada para atrapar el calor y mantener a salvo las plantas mientras crecen, de ahí estos invernaderos caseros que puedes hacer utilizando grandes recipientes vacíos de Tupperware. Sólo tienes que forrar los recipientes con lo que utilices para los semilleros (vasos de poliestireno, cáscaras de cítricos, etc.) y situarlos en una zona donde reciban suficiente luz.
Este mismo efecto puede conseguirse utilizando cualquier recipiente de plástico. También puedes utilizar recipientes más pequeños, como los que contienen el pollo asado y la fruta que te traen de la tienda, para llenarlos de tierra y semillas. Estos recipientes suelen ser perfectos para los semilleros, ya que tienen aberturas que les permiten airearse correctamente.
Los filtros de café ayudan a absorber el exceso de agua
Cualquiera que se haya ocupado de plantas en maceta sabe muy bien lo que ocurre cuando se riega en exceso una de ellas: se acaba formando un gran charco en el fondo de la maceta (y a menudo alrededor de ella). Pero no temas. Tu amigo, el filtro de café, está aquí para ayudarte.
Basta con poner un filtro de café de tamaño normal en el fondo de la maceta antes de llenarla de tierra y sembrar la planta. De este modo, reducirás considerablemente la cantidad de agua sobrante. Por supuesto, no actuará como una barrera, así que intenta controlar el vertido en la medida de lo posible, por si acaso.
¿Qué hacer con las macetas rotas?
Si te has dedicado a la jardinería durante algún tiempo, probablemente conozcas la angustia que se siente cuando se te cae una maceta y la ves destrozada por todo el suelo, junto con tu corazón y todos tus sentimientos. Por suerte, este truco nos da esperanza y te permite reinventar los trozos rotos y usarlos para hacer algo increíble.
Coge los trozos rotos de la maceta y utiliza rotuladores (Sharpie) o pinturas acrílicas para escribir en ellos los nombres de tus verduras y hierbas. Luego, pégalos fuera de la tierra a modo de etiquetas para darles un toque auténtico y fresco. Eso sí, ten cuidado de no poner bordes demasiado afilados, no querrás cortarte accidentalmente (¡o que lo haga otra persona!).
Uso creativo de un viejo lavamanos
Si acabas de reformar el baño, la cocina o cualquier otra habitación y te sobra un lavamanos, prueba este truco como una forma creativa de reciclarlo, en lugar de tirarlo a la basura. La cerámica lisa queda bien en cualquier jardín, pero también puedes pintar la pieza del color que quieras para tu maceta. En primer lugar, asegúrate de que todas las tuberías activas estén correctamente conectadas. Ahora, pon el lavamanos contra una valla o un árbol para obtener una vista agradable.
Si lo instalas al aire libre, es probable que parezca fuera de lugar, sobre todo desde atrás. Llena el fregadero con tierra y las plantas que prefieras. Consejo profesional: utiliza una planta con flores en cascada, como la Scaevola, la Torenia 'Summer Wave Bouquet', la Mandevilla o la Pasiflora, si realmente quieres que tu jardinera destaque. Asegúrate de que el agua pueda drenar correctamente por el fondo y de que esté firmemente plantada en el suelo o montada sobre madera o algo que permita el drenaje. Este puede ser el único caso en el que tener un viejo lavamanos en el jardín quede bien.
Pañales para la retención de líquidos
Para las macetas más pequeñas, los filtros de café son estupendos forros que absorben el exceso de agua. ¿Y para las plantas más grandes? Los pañales se pueden utilizar para forrar el fondo de las macetas grandes, para ayudar a absorber el exceso de agua en cantidades bastante grandes, si es necesario. Este truco también puede funcionar con compresas menstruales, si tienes suficientes.
Puede que no sea la solución más rentable, teniendo en cuenta lo caros que pueden ser los pañales, pero funciona bien si tienes algunos tirados por la casa de un niño al que se le han quedado pequeños. Sólo tienes que abrir los pañales y forrar el fondo de la maceta antes de llenarla de tierra, y ya no tendrás que preocuparte por regar en exceso tus plantas en maceta.
Recipiente para afilar
Mantener las herramientas de jardinería bien afiladas es crucial para el mantenimiento del jardín. Pero el proceso de mantenerlas en forma puede llevar mucho tiempo y ser agotador, ¡a menos que utilices este increíble truco para ahorrar tiempo y energía! Para empezar, tendrás que conseguir una maceta grande de terracota.
Una vez elegida la maceta perfecta, el siguiente paso es mezclar la cantidad adecuada de arena y aceite mineral. Este brebaje ayuda a mantener las herramientas afiladas con muy poco esfuerzo (bueno, al menos después de montarla). Guarda la maceta en el garaje o el cobertizo, o en un lugar donde no vaya a llover.
Botellas de vino recicladas
Buenas noticias para todos los bebedores de vino semanales (o diarios). Hay una forma de reutilizar esas botellas y mejorar la vida de las plantas de tu jardín. Esto va en la misma línea que el regador de botellas de agua y garantiza que tus plantas reciban un flujo constante y controlado de H2o. Este truco es ideal para los que se van de viaje los fines de semana y no tienen a nadie cerca que cuide de sus plantas.
Para dar vida a este truco, todo lo que necesitas es tu vieja botella de vino y sus corchos. Utiliza un objeto punzante para hacer un pequeño agujero en el corcho, llena la botella de agua, vuelve a meter el corcho dentro, dale la vuelta a la botella y colócala en el fondo de la tierra. ¡Voilà! Tu propia estación de riego con botellas de vino.
Soporte para plantas casero
Si te sobra una escalera y no piensas utilizarla para nada más, ¿por qué no la usas para crear este estante para tus plantas? Sólo necesitarás la escalera, unas chapas y tierra. Pon las planchas de metal sobre la escalera, llénalas de tierra y pon las macetas hasta que estés satisfecho con el resultado. Asegúrate de que el metal esté bien sujeto a la escalera antes de poner las plantas, no vaya a ser que acabes ensuciando el suelo.
Este truco se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores, y si no tienes una escalera extra pero te gusta el look, siempre puedes echar un vistazo a las ventas de garaje y tiendas de segunda mano o construir una estructura similar tú mismo. Este macetero casero es un excelente ahorro de espacio y tiene una estética adorable que sin duda complementará cualquier habitación o jardín.
Utiliza cómics para eliminar las malas hierbas
He aquí una forma fácil y eficaz de acabar con esas molestas malas hierbas. Si aún no tienes periódicos viejos, empieza a guardar una pila en lugar de reciclarlos esta semana. Después de una o dos semanas de guardar el papel, dependiendo de la superficie que necesites cubrir, estarás listo para empezar. Sólo tienes que abrir las secciones y colocar el periódico sobre las zonas en las que crecen malas hierbas para eliminarlas y evitar que aparezcan nuevas.
Claro que no pensabas dejar el jardín cubierto de periódicos, ¿verdad? Tus vecinos no estarían muy contentos, y no duraría mucho en cuanto se levantara el viento. Cuando hayas puesto todo el papel, cúbrelo con mantillo. Repite este truco en todas las zonas del jardín donde tiendan a crecer las malas hierbas. Este truco funciona asfixiando a las malas hierbas, tanto cuando ya han empezado a crecer como antes de que tengan la oportunidad de hacerlo.
Plantas de raíz a partir de injertos con miel
La miel es increíble por naturaleza. Los antiguos egipcios conocían sus propiedades curativas hace mucho tiempo y aún hoy es muy apreciada por sus propiedades antifúngicas y antisépticas, entre otras muchas razones. La miel puede utilizarse para estimular el crecimiento de las plantas y mantener la planta fuerte y sana.
Para que este truco funcione, necesitarás miel y un hornillo y una olla para hervir agua. Algunas personas prefieren utilizar agua de sauce en lugar de agua normal. Hierve el agua, mézclala con la miel, deja que se enfríe y guarda la mezcla en un recipiente hermético en un lugar fresco y oscuro (o utilízala en cuanto se enfríe).
Utiliza moldes de muffins para medir
Si vas a plantar varios semilleros pero no estás seguro de cuánto espacio necesitan, ¡esta es una forma estupenda de medirlo! Utiliza unos moldes viejos de muffins para hacer huellas en la tierra, porque los agujeros que producirán tienen el tamaño perfecto para que puedan crecer. Por supuesto, tendrás que cavar más hondo, ¡pero la circunferencia será pan comido!
Si sigues utilizando los moldes de muffins a menudo y/o no puedes lavarlos en el lavavajillas, es posible que desees posponer este truco hasta que tengas un molde de sobra. A no ser, por supuesto, que la idea de comer tierra no te moleste, en cuyo caso, ¡adelante!
Etiquetas con cucharas
A diferencia de los viejos tenedores de plástico, las viejas cucharas de cocina pueden quedar muy bonitas en el jardín, si las utilizas de forma artística, como en este caso. Para llevar a cabo este proyecto, necesitarás cucharas viejas de metal, un martillo y pinturas acrílicas.
Primero, utiliza el martillo para aplanar la cabeza de la cuchara. A continuación, pinta las cabezas de diferentes colores base, utilizando tonos complementarios, si es posible. No te preocupes por pintar los tallos, ya que quedarán ocultos por la tierra. Por último, escribe los nombres de las hierbas en las cucharas y añade algunos toques finales, como lunares o rayas. Espera a que las cucharas estén completamente secas antes de pegarlas en el jardín, unas 24-48 horas.
Latas vacías para la victoria
No tendrás que volver a deshacerte de tus latas vacías ni reciclarlas semana tras semana. En lugar de eso, guárdalas para reciclarlas y utilizarlas como parte integral del desarrollo de tu jardín. Cuando hayas terminado de beber cada lata, acláralas completamente y ponlas boca abajo sobre una toalla de papel hasta que se sequen.
Este truco puede ayudarte a reducir la cantidad de tierra que necesitas utilizar, lo que puede ser especialmente útil para cualquiera que esté intentando mantener un jardín precioso con un presupuesto ajustado. Coloca las latas vacías en el fondo de la maceta para que ocupen espacio, alternándolas con macetas de plástico o cajas de fruta, si las tienes. A continuación, cubre las latas con un trozo de tela de jardinería y cúbrelas con tierra.
Regadera con jarras de leche
Es importante tener regaderas en cualquier jardín, para mantener las plantas hidratadas cuando no es posible llegar a ellas con una manguera y cuando estás en una zona en la que no llueve con regularidad. Por supuesto, si tu jardín está en interiores. Pero quizá no quieras gastarte el dinero en una lata para poner agua, o quizá simplemente te gusten los proyectos de bricolaje y el reciclaje. Sea cual sea el caso, estas regaderas con jarras de leche serán un excelente complemento para tu "garsenal".
Para fabricarlas, basta con hacer varios agujeros en la tapa de la jarra de leche con un objeto punzante. A continuación, llénala de agua, vuelve a enroscar el tapón y ya tienes una regadera reciclable.
El jardín de latas mágicas
Ya has visto cómo reutilizar botellas de plástico y vidrio en tu jardín, pero ahora, ¡echa un vistazo a lo que puedes hacer con tus viejas latas! Así es, la próxima vez que te acabes un paquete de 12 Dr. Pepper, enjuaga las latas y prueba este adorable truco para tu mini-jardín de interior. Con un abrelatas, retira con cuidado toda la tapa.
Utiliza un objeto pequeño y afilado para hacer unos agujeros en el fondo de la lata. A continuación, llena la lata con tierra y semillas y observa cómo se produce la magia.
Una maceta-coladera
Si buscas una forma creativa y barata de colgar algunas plantas en tu casa, prueba esta sencilla manualidad con un colador. Primero, coge ese viejo colador que te sobra. Ya sabes, ese otro que tienes y que nunca utilizas. Si ya tiene un aspecto atractivo, pasa al siguiente paso, pero si lo prefieres, puedes pintar tu colador y dejarlo secar toda la noche antes de seguir adelante.
Ahora, forra el colador con tantos filtros de café como sea necesario para cubrir todos los agujeritos, a excepción de la fila o las dos filas superiores. Pasa una cuerda por un par de agujeros de la parte superior para poder colgarlo. Asegúrate de utilizar algo resistente, ya que pesará mucho cuando esté lleno de tierra. Llena el escurridor con tierra y la planta, y cuélgalo en un lugar donde reciba suficiente luz.